Los documentos de la fábrica de panas «Manufacturas Serra y Balet» habían sido olvidados por el hombre durante años, pero no por los microorganismos, que habían visto en la oscuridad de su contenedor y en el nutriente de su contenido, un buen lugar en el que crecer y expandir la colonia. Esa caja metálica fue rescatada milagrosamente de entre la chatarra por un hombre que supo advertir su valor pese a su aspecto y procedencia (¿quieres conocer este héroe del patrimonio?).

Esta documentación es buen ejemplo de los tratamientos estándar, la famosa «mínima intervención» a la que se someten los documentos poco dañados a los que queremos alargar su vida.

Tratamiento de mínima intervención:

• Desinfección (aspiración, aplicación de solución desinfectante).
• Extracción de elementos patógenos o potencialmente nocivos.
• (Consolidación de desgarros y zonas frágiles). Es opcional.
• Encapsulado

Desinfección y limpieza:
La desinfección consiste en aspirar el polvo, la suciedad y las esporas fúngicas, y se hace preferiblemente con aspiradores provistos con filtros HEPA. El polvo no sólo es molesto por dar un aspecto sucio y dejado, sino que propicia el crecimiento microbiano porque es a su vez caldo de cultivo y propagador de esporas. Eliminarlo es erradicar en gran medida el riesgo de infección. Y por supuesto es mucho más agradable para el que consulta manipular papeles que no le dejen a uno las manos negras.

Extracción de elementos patógenos:
Los clips y las grapas se oxidan, provocan desgarros y pliegues. Si se considera necesario mantener físicamente unidas las hojas, es preferible sustituirlos por otros sistemas inocuos, como por ejemplo el hilo de algodón, que podemos insertar aprovechando los agujeros existentes (para el caso de las grapas y de otros métodos que hayan perforado previamente el papel).

Consolidación:
No es imprescindible, pero sí se ha hecho en aquellas áreas cercanas a los bordes, donde los desgarros son más susceptibles de abrirse. Lo ideal es consolidar con papel japonés y engrudo, pero cuando no es viable (en volúmenes considerables de documentación, por ejemplo) se puede hacer con cinta auto-adhesiva de conservación (Filmoplast). Pensad que no es del todo cierto que sea fácilmente reversible, y si se aplica en determinados documentos podría comprometer ulteriores tratamientos de conservación. También pueden unirse las hojas mediante un cosido, que aunque agujeree el papel puede ser mucho menos agresivo que la adición de celos, Filmoplast u otros adhesivos.

Encapsulado:
Una caja a medida, una carpeta ceñida al formato de su contenido, favorecen la buena conservación porque previenen pliegues y el arrugado de los bordes. La del ejemplo está hecha con una base en cartón Timecare y forro y solapas de cartulina Fabriano (ambas libres de ácido). A modo de separadores, camisas de conservación a medida hechas con papel barrera (color blanco). El papel barrera es aquel libre de ácido y que tiene una carga alcalina que neutraliza potenciales agentes acidificantes, ya sea ambientales o procedentes de los propios documentos.

Limpitos y en su cajita, ¡listos para ser consultados!

Están a partir de hoy expuestos en el Archivo Municipal Distrito de Sants-Montjuïc: Manufacturas Serra y Balet en posguerra.

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