Restauración «a la carta» con Richard Wolbers
Compañeros de penas y alegrías, restauradores, he aquí por qué estoy tan emocionada con el curso de Richard Wolbers sobre Tratamientos de limpieza: Baños y eliminación de manchas en papel, que tuvo lugar en la Universidad Politécnica de Valencia:
Como venía introduciendo en la anterior entrada, se trata de hacer de cada restauración una especie de traje a medida para nuestro objeto, con una mínima intervención y las ventajas anteriormente mencionadas (las repito):
- Sus preceptos tienen un vasto espectro de aplicación, por no decir que abarcan casi todos los procesos (la limpieza de materiales escritorios, ya sea en baño o localmente, y -a su vez- la desacidificación). Y, paradójicamente a esta extensa ratio, se trata una intervención «a medida» de cada soporte, ya sea papel, pergamino, u otros.
- Son de fácil ejecución y no requieren una inversión inicial inabordable.
- Y, lo más importante: Se trata de intervenciones livianas, muy respetuosas con la obra, por lo que su inocuidad está casi garantizada.
Para llevarlo a cabo haremos un seguimiento de la conductividad. Ésta nos da un orden de magnitud de la cantidad de sales iónicas. Mediremos primero la del documento y utilizaremos este parámetro para confeccionar disoluciones «a la carta», con presión osmótica mayor, menor o igual, según convenga. Con ellas modularemos la avidez con la que el papel «escupirá» (cuando queramos lavar, o sea, con soluciones hipotónicas) o absorberá (cuando queramos añadir, por ejemplo una carga alcalina, con soluciones hipertónicas que harán las veces de desacidificantes). Se trata de someter el papel (o el soporte que sea) a los cambios mínimos necesarios para obtener una mejora razonable, y hacerlo de la forma más inocua posible, con reactivos débiles, fáciles de aclarar y que no dejen remanentes. Para tratar manchas localmente, entonces, trabajaríamos con soluciones isotónicas, tales que la repercusión global del tratamiento sea la menor, especialmente para las áreas no afectadas.
Simultáneamente y bajo la misma premisa regularemos el pH. Ya no trataremos de aumentarlo aún sin saber el valor final que pueda alcanzar. Nuestra solución personalizada determinará exactamente la acidez al final del tratamiento, evitando así una excesiva alcalinización. De esta forma protegemos los materiales papeleros no celulósicos (aprestos, tintas, colas…) a la vez que evitamos la insolubilización de óxidos metálicos, de compleja eliminación y consecuencias dañinas ya conocidas. Para conseguir esta estabilidad de pH nos explica cómo utilizar soluciones tampón, fijando un pH que nos interese para cada caso, y pudiendo modular, a su vez, la conductividad.
Ambos conceptos (pH y conductividad) tienen cabida con el uso de geles, de forma que podemos diseñar un gel con polaridad, conductividad y pH tales que sea lo más efectivo posible para nuestro objetivo: ablandar un adhesivo graso, disolver una mancha, utilizar encimas, aplicar humedad controlada… Y será a la vez de lo más inocuo, porque tendremos control del área que va a afectar y con qué celeridad va a actuar. Y todo esto sin añadir al soporte sustancias que no podamos eliminar fácilmente.
Podemos, además, utilizar los geles como herramienta de medida, para medir pH, conductividad, o hacer pruebas de solubilidad localmente. Así es posible tener una idea previa de la efectividad de un tratamiento, afectando sólo una parte ínfima del documento (ver imagen de arriba, izquierda). Para este fin el gel de agarosa resulta ideal: no moja, es reutilizable, y su neutralidad (en pH, conductividad y en color) nos facilita la toma de muestras y medición de datos.
En las sesiones prácticas ahondamos en el uso de geles y en la combinación de disolventes polares y no polares para dar resultados más efectivos que el que daría cada uno de ellos por separado. Nos cuenta cómo en cosmética se tiende a dejar de utilizar tensioactivos para obtener emulsiones, para utilizar en su lugar geles, más estables y fáciles de quitar. Pero ¡eso no es todo! porque Wolbers contempla no sólo la máxima reversibilidad, sino también la menor toxicidad, haciendo -si cabe- que sus ideas sean aún más atractivas y respetuosas con nuestro medio ambiente.
Los ejercicios con gel de xantana y Velvesil nos convencen de inmediato. Ambos permiten trabajar con concentraciones bastante altas de disolventes no polares, pero en lugar de utilizar los habituales tan tóxicos, hacemos pruebas con ciclometicona y alcohol bencílico, que resultan ideales para tratar manchas de grasa.
Desde luego ni en mis más desatados delirios me imaginaba que la química me resultaría tan próxima, sencilla y útil. Muchas gracias Richard, te lo debemos a ti.
Agradecimientos:
Richard Wolbers, por sus ideas inspiradoras, diáfanas explicaciones y su sentido del humor. También a Laura Fuster, por la excelente organización de curso y la traducción durante las sesiones prácticas.
Últimas publicaciones de R. Wolbers:
- Ziraldo, K. Watts, A. Luk, A.F. Lagalante and R.C. Wolbers “The influence of temperature and humidity on swelling and surfactant migration in acrylic emulsion paint films” Studies in Conservation 61(2), in press (2016).
- Lagalante, R.Wolbers, (2015), “The Cleaning Of Acrylic Paintings. New Particle-based Water-in-oil Emulsifiers”, CESMAR 7 VII Congresso Internazionale Colore E Conservazione 13-14 Novembre 2015, Politecnico Di Milano, Aula Rogers.
- E. Dillon, A.F. Lagalante and R.C. Wolbers “Aqueous cleaning of acrylic emulsion paint films. The effect of solution pH, conductivity and ionic strength on film swelling and surfactant removal” Studies in Conservation 57(1), 52-62 (2014).
Y también algunos vídeos:
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Restauración «a la carta» con Richard Wolbers
Compañeros de penas y alegrías, restauradores, he aquí por qué estoy tan emocionada con el curso de Richard Wolbers sobre Tratamientos de limpieza: Baños y eliminación de manchas en papel, que tuvo lugar en la Universidad Politécnica de Valencia:
Como venía introduciendo en la anterior entrada, se trata de hacer de cada restauración una especie de traje a medida para nuestro objeto, con una mínima intervención y las ventajas anteriormente mencionadas (las repito):
- Sus preceptos tienen un vasto espectro de aplicación, por no decir que abarcan casi todos los procesos (la limpieza de materiales escritorios, ya sea en baño o localmente, y -a su vez- la desacidificación). Y, paradójicamente a esta extensa ratio, se trata una intervención «a medida» de cada soporte, ya sea papel, pergamino, u otros.
- Son de fácil ejecución y no requieren una inversión inicial inabordable.
- Y, lo más importante: Se trata de intervenciones livianas, muy respetuosas con la obra, por lo que su inocuidad está casi garantizada.
Para llevarlo a cabo haremos un seguimiento de la conductividad. Ésta nos da un orden de magnitud de la cantidad de sales iónicas. Mediremos primero la del documento y utilizaremos este parámetro para confeccionar disoluciones «a la carta», con presión osmótica mayor, menor o igual, según convenga. Con ellas modularemos la avidez con la que el papel «escupirá» (cuando queramos lavar, o sea, con soluciones hipotónicas) o absorberá (cuando queramos añadir, por ejemplo una carga alcalina, con soluciones hipertónicas que harán las veces de desacidificantes). Se trata de someter el papel (o el soporte que sea) a los cambios mínimos necesarios para obtener una mejora razonable, y hacerlo de la forma más inocua posible, con reactivos débiles, fáciles de aclarar y que no dejen remanentes. Para tratar manchas localmente, entonces, trabajaríamos con soluciones isotónicas, tales que la repercusión global del tratamiento sea la menor, especialmente para las áreas no afectadas.
Simultáneamente y bajo la misma premisa regularemos el pH. Ya no trataremos de aumentarlo aún sin saber el valor final que pueda alcanzar. Nuestra solución personalizada determinará exactamente la acidez al final del tratamiento, evitando así una excesiva alcalinización. De esta forma protegemos los materiales papeleros no celulósicos (aprestos, tintas, colas…) a la vez que evitamos la insolubilización de óxidos metálicos, de compleja eliminación y consecuencias dañinas ya conocidas. Para conseguir esta estabilidad de pH nos explica cómo utilizar soluciones tampón, fijando un pH que nos interese para cada caso, y pudiendo modular, a su vez, la conductividad.
Ambos conceptos (pH y conductividad) tienen cabida con el uso de geles, de forma que podemos diseñar un gel con polaridad, conductividad y pH tales que sea lo más efectivo posible para nuestro objetivo: ablandar un adhesivo graso, disolver una mancha, utilizar encimas, aplicar humedad controlada… Y será a la vez de lo más inocuo, porque tendremos control del área que va a afectar y con qué celeridad va a actuar. Y todo esto sin añadir al soporte sustancias que no podamos eliminar fácilmente.
Podemos, además, utilizar los geles como herramienta de medida, para medir pH, conductividad, o hacer pruebas de solubilidad localmente. Así es posible tener una idea previa de la efectividad de un tratamiento, afectando sólo una parte ínfima del documento (ver imagen de arriba, izquierda). Para este fin el gel de agarosa resulta ideal: no moja, es reutilizable, y su neutralidad (en pH, conductividad y en color) nos facilita la toma de muestras y medición de datos.
En las sesiones prácticas ahondamos en el uso de geles y en la combinación de disolventes polares y no polares para dar resultados más efectivos que el que daría cada uno de ellos por separado. Nos cuenta cómo en cosmética se tiende a dejar de utilizar tensioactivos para obtener emulsiones, para utilizar en su lugar geles, más estables y fáciles de quitar. Pero ¡eso no es todo! porque Wolbers contempla no sólo la máxima reversibilidad, sino también la menor toxicidad, haciendo -si cabe- que sus ideas sean aún más atractivas y respetuosas con nuestro medio ambiente.
Los ejercicios con gel de xantana y Velvesil nos convencen de inmediato. Ambos permiten trabajar con concentraciones bastante altas de disolventes no polares, pero en lugar de utilizar los habituales tan tóxicos, hacemos pruebas con ciclometicona y alcohol bencílico, que resultan ideales para tratar manchas de grasa.
Desde luego ni en mis más desatados delirios me imaginaba que la química me resultaría tan próxima, sencilla y útil. Muchas gracias Richard, te lo debemos a ti.
Agradecimientos:
Richard Wolbers, por sus ideas inspiradoras, diáfanas explicaciones y su sentido del humor. También a Laura Fuster, por la excelente organización de curso y la traducción durante las sesiones prácticas.
Últimas publicaciones de R. Wolbers:
- Ziraldo, K. Watts, A. Luk, A.F. Lagalante and R.C. Wolbers “The influence of temperature and humidity on swelling and surfactant migration in acrylic emulsion paint films” Studies in Conservation 61(2), in press (2016).
- Lagalante, R.Wolbers, (2015), “The Cleaning Of Acrylic Paintings. New Particle-based Water-in-oil Emulsifiers”, CESMAR 7 VII Congresso Internazionale Colore E Conservazione 13-14 Novembre 2015, Politecnico Di Milano, Aula Rogers.
- E. Dillon, A.F. Lagalante and R.C. Wolbers “Aqueous cleaning of acrylic emulsion paint films. The effect of solution pH, conductivity and ionic strength on film swelling and surfactant removal” Studies in Conservation 57(1), 52-62 (2014).
Y también algunos vídeos: