Máquina limpia-libros y nuevos métodos de restauración de encuadernaciones en piel
En el taller de restauración del CRAI de la Biblioteca de la Universidad de Barcelona (UB)
La preparación de la pulpa de papel para reintegrar a máquina se hace en dos fases: la parte que aporta color con fibras teñidas, y la pulpa base con fibras más largas que se pasan por la disgregadora.
Siempre que hago una visita a Domènec me pregunto cómo es que hacía tanto tiempo desde la anterior.
Domènec Palau Sallent es jefe del taller de restauración del CRAI, de la Biblioteca de la Universidad de Barcelona desde hace muchos años, dos de los cuales formé parte de la plantilla de alumnos en prácticas que siempre ha habido. Tengo un magnífico recuerdo de aquellos días, tanto por los otros estudiantes con los que coincidí, como por el aprendizaje de aquella estancia: aprendíamos pasándolo bien, y aprendíamos mucho!
La Biblioteca de la Universidad de Barcelona tiene incontables volúmenes encuadernados de todas las épocas, tamaños y colores ¡En una sola sala no cabrían todos!
El taller reúne todos los requisitos para que así sea: instalaciones muy bien equipadas y material para restaurar (la UB fue fundada en el s.XV… ¡imaginad qué de libros tiene!), pero mucho más importante que los anteriores: ganas de compartir conocimientos, tanto por parte de Tana Andrades como de Domènec (y entonces también estaba Teresa Marquès…).
Vengo de visita con Laura Corso, restauradora de Colombia, y le pido a Domènec que le enseñe la fabulosa «máquina de lavar papeles» que ingenió y diseñó él mismo, y tantos otros hallazgos que me maravillaron cuando me iniciaba en la restauración de documentos, como la preparación de muestras de pulpa, y un larguísimo etcétera de grandes inventos y pequeños trucos.
La «máquina para lavar libros» consiste en un rollo de malla plástica donde se colocan las hojas de los libros -sueltas-, enrolladas alrededor de un eje central (inclinado, en segundo plano, en la imagen de la izquierda). El tubo entero se coloca dentro de un depósito en el que se hace circular el agua, con un agente para su desacidificación, o lo que convenga. Agiliza enormemente los tratamientos acuosos ya sea en pila o en cubetas, y cuando se trata de libros enteros es realmente fantástica.
Como no podía ser de otra manera, nos cuenta todo esto y más, con detalle y generosidad. También me da a conocer un nuevo sistema que han empezado a utilizar para restaurar encuadernaciones en piel, mucho más sencillo (rápido y económico), y que no exige el rebajado de la piel original. ¡Me parece una idea fantástica que me convence desde el primer momento! A ver si pronto exponen el método con algún artículo o charla.
Bueno, y si no, yo salgo de allí -como siempre- con la cabeza repleta de ideas para poner en práctica.
Domènec, ¡muchas gracias por todo!
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Máquina limpia-libros y nuevos métodos de restauración de encuadernaciones en piel
En el taller de restauración del CRAI de la Biblioteca de la Universidad de Barcelona (UB)
La preparación de la pulpa de papel para reintegrar a máquina se hace en dos fases: la parte que aporta color con fibras teñidas, y la pulpa base con fibras más largas que se pasan por la disgregadora.
Siempre que hago una visita a Domènec me pregunto cómo es que hacía tanto tiempo desde la anterior.
Domènec Palau Sallent es jefe del taller de restauración del CRAI, de la Biblioteca de la Universidad de Barcelona desde hace muchos años, dos de los cuales formé parte de la plantilla de alumnos en prácticas que siempre ha habido. Tengo un magnífico recuerdo de aquellos días, tanto por los otros estudiantes con los que coincidí, como por el aprendizaje de aquella estancia: aprendíamos pasándolo bien, y aprendíamos mucho!
La Biblioteca de la Universidad de Barcelona tiene incontables volúmenes encuadernados de todas las épocas, tamaños y colores ¡En una sola sala no cabrían todos!
El taller reúne todos los requisitos para que así sea: instalaciones muy bien equipadas y material para restaurar (la UB fue fundada en el s.XV… ¡imaginad qué de libros tiene!), pero mucho más importante que los anteriores: ganas de compartir conocimientos, tanto por parte de Tana Andrades como de Domènec (y entonces también estaba Teresa Marquès…).
Vengo de visita con Laura Corso, restauradora de Colombia, y le pido a Domènec que le enseñe la fabulosa «máquina de lavar papeles» que ingenió y diseñó él mismo, y tantos otros hallazgos que me maravillaron cuando me iniciaba en la restauración de documentos, como la preparación de muestras de pulpa, y un larguísimo etcétera de grandes inventos y pequeños trucos.
La «máquina para lavar libros» consiste en un rollo de malla plástica donde se colocan las hojas de los libros -sueltas-, enrolladas alrededor de un eje central (inclinado, en segundo plano, en la imagen de la izquierda). El tubo entero se coloca dentro de un depósito en el que se hace circular el agua, con un agente para su desacidificación, o lo que convenga. Agiliza enormemente los tratamientos acuosos ya sea en pila o en cubetas, y cuando se trata de libros enteros es realmente fantástica.
Como no podía ser de otra manera, nos cuenta todo esto y más, con detalle y generosidad. También me da a conocer un nuevo sistema que han empezado a utilizar para restaurar encuadernaciones en piel, mucho más sencillo (rápido y económico), y que no exige el rebajado de la piel original. ¡Me parece una idea fantástica que me convence desde el primer momento! A ver si pronto exponen el método con algún artículo o charla.
Bueno, y si no, yo salgo de allí -como siempre- con la cabeza repleta de ideas para poner en práctica.
Domènec, ¡muchas gracias por todo!
