Fotografías del antes y después de la restauración
En el taller nos comprometemos a tomar al menos una imagen del estado previo, y otra del estado final, porque son garantía de nuestro trabajo. Si por alguna razón técnica los archivos digitales se pierden, o las imágenes no tienen la definición deseada, lamentablemente no podemos hacer nada, y el precio de la restauración seguirá siendo el mismo.
Mención de la autoría
La Ley establece que el autor tiene el derecho de hacer constar la autoría de sus creaciones y es un derecho al que no queremos renunciar. Esto para las fotografías, vídeos, ilustraciones, imágenes y cualquier otra información escrita o verbal (las descripciones realizadas en los presupuestos, por ejemplo, entre otras). Más información acerca cómo se debe mencionar la autoría.
Mención del propietario
Siempre que la imagen muestre una parte significativa y reconocible del objeto, mencionaremos su propietario y la pieza de la manera que se nos indique. También podemos mantenerlo en el anonimato, si es su voluntad.
Fotografías y vídeos de detalle, o del proceso de restauración
Las imágenes y vídeos durante la restauración nos pueden ser útiles para evaluar la evolución del tratamiento. No todos los objetos son iguales, ni igual de representativos para el taller, y por eso a veces hacemos muchas fotos, a veces pocas, o ninguna.
Algunos aspectos de la restauración pueden tener un interés pedagógico o de divulgación para difundir y/o explicar aspectos técnicos de nuestra profesión.
El tratamiento de las imágenes que no sean el estado previo y final no está incluido en el precio de la restauración, porque normalmente y si no se dice lo contrario, se hace la oferta económica más ajustada.
Cuando existe ese potencial interés de divulgación, el taller asume previamente el coste de captura y elaboración de los contenidos audiovisuales: el tiempo de tomar la foto o el vídeo, de editarlos, pero también el de la gestión de los archivos de imágenes: descargarlas, cribarlas, ordenarlas, asignarles nombres, guardar en carpetas, etcétera.
Aún y cuando este trabajo ya está realizado, tenemos que cobrar tanto los contenidos como el servicio de facilitarlos. De un lado para recuperar la inversión, y del otro porque conlleva un trabajo: ordenar/seleccionar, editar mínimamente, enviar y aportar la información necesaria para que se pueda interpretar (secuencia del proceso, etcétera).
Esta edición y gestión la hacemos gratuitamente cuando las imágenes tienen interés en términos de difusión del taller (X, Facebook, Instagram, YouTube, conferencias, artículos y otros) porque la inversión tiene un retorno intangible para el taller, que gana en visibilidad. En este caso, cualquier persona puede ver y consultar estos contenidos, y también compartirlos, siempre que se mencione su autoría debidamente.
Para el caso concreto de los materiales didácticos no gratuitos (cursos y formaciones), no podemos facilitar toda la secuencia audiovisual donde explicamos los tratamientos de restauración, porque normalmente ha sido pensada para un contexto determinado. Es decir, que las imágenes se acompañarán de una información (escrita, verbal) para un perfil concreto de audiencia (alumnos, profesionales).
Más que su valor en tanto que imagen, lo que tiene valor en este caso es la propiedad intelectual del mensaje que se quiere trasladar, y por eso estos conjuntos audiovisuales se tienen que cobrar además como tales (como docencia).
Precio de los contenidos audiovisuales
Si estás interesado en tener un reportaje de la restauración de tu objeto, con mucho gusto te haremos un presupuesto.
Fotografías del antes y después de la restauración
En el taller nos comprometemos a tomar al menos una imagen del estado previo, y otra del estado final, porque son garantía de nuestro trabajo. Si por alguna razón técnica los archivos digitales se pierden, o las imágenes no tienen la definición deseada, lamentablemente no podemos hacer nada, y el precio de la restauración seguirá siendo el mismo.
Mención de la autoría
La Ley establece que el autor tiene el derecho de hacer constar la autoría de sus creaciones y es un derecho al que no queremos renunciar. Esto para las fotografías, vídeos, ilustraciones, imágenes y cualquier otra información escrita o verbal (las descripciones realizadas en los presupuestos, por ejemplo, entre otras). Más información acerca cómo se debe mencionar la autoría.
Mención del propietario
Siempre que la imagen muestre una parte significativa y reconocible del objeto, mencionaremos su propietario y la pieza de la manera que se nos indique. También podemos mantenerlo en el anonimato, si es su voluntad.
Fotografías y vídeos de detalle, o del proceso de restauración
Las imágenes y vídeos durante la restauración nos pueden ser útiles para evaluar la evolución del tratamiento. No todos los objetos son iguales, ni igual de representativos para el taller, y por eso a veces hacemos muchas fotos, a veces pocas, o ninguna.
Algunos aspectos de la restauración pueden tener un interés pedagógico o de divulgación para difundir y/o explicar aspectos técnicos de nuestra profesión.
El tratamiento de las imágenes que no sean el estado previo y final no está incluido en el precio de la restauración, porque normalmente y si no se dice lo contrario, se hace la oferta económica más ajustada.
Cuando existe ese potencial interés de divulgación, el taller asume previamente el coste de captura y elaboración de los contenidos audiovisuales: el tiempo de tomar la foto o el vídeo, de editarlos, pero también el de la gestión de los archivos de imágenes: descargarlas, cribarlas, ordenarlas, asignarles nombres, guardar en carpetas, etcétera.
Aún y cuando este trabajo ya está realizado, tenemos que cobrar tanto los contenidos como el servicio de facilitarlos. De un lado para recuperar la inversión, y del otro porque conlleva un trabajo: ordenar/seleccionar, editar mínimamente, enviar y aportar la información necesaria para que se pueda interpretar (secuencia del proceso, etcétera).
Esta edición y gestión la hacemos gratuitamente cuando las imágenes tienen interés en términos de difusión del taller (X, Facebook, Instagram, YouTube, conferencias, artículos y otros) porque la inversión tiene un retorno intangible para el taller, que gana en visibilidad. En este caso, cualquier persona puede ver y consultar estos contenidos, y también compartirlos, siempre que se mencione su autoría debidamente.
Para el caso concreto de los materiales didácticos no gratuitos (cursos y formaciones), no podemos facilitar toda la secuencia audiovisual donde explicamos los tratamientos de restauración, porque normalmente ha sido pensada para un contexto determinado. Es decir, que las imágenes se acompañarán de una información (escrita, verbal) para un perfil concreto de audiencia (alumnos, profesionales).
Más que su valor en tanto que imagen, lo que tiene valor en este caso es la propiedad intelectual del mensaje que se quiere trasladar, y por eso estos conjuntos audiovisuales se tienen que cobrar además como tales (como docencia).
Precio de los contenidos audiovisuales
Si estás interesado en tener un reportaje de la restauración de tu objeto, con mucho gusto te haremos un presupuesto.
Fotografías del antes y después de la restauración
En el taller nos comprometemos a tomar al menos una imagen del estado previo, y otra del estado final, porque son garantía de nuestro trabajo. Si por alguna razón técnica los archivos digitales se pierden, o las imágenes no tienen la definición deseada, lamentablemente no podemos hacer nada, y el precio de la restauración seguirá siendo el mismo.
Mención de la autoría
La Ley establece que el autor tiene el derecho de hacer constar la autoría de sus creaciones y es un derecho al que no queremos renunciar. Esto para las fotografías, vídeos, ilustraciones, imágenes y cualquier otra información escrita o verbal (las descripciones realizadas en los presupuestos, por ejemplo, entre otras). Más información acerca cómo se debe mencionar la autoría.
Mención del propietario
Siempre que la imagen muestre una parte significativa y reconocible del objeto, mencionaremos su propietario y la pieza de la manera que se nos indique. También podemos mantenerlo en el anonimato, si es su voluntad.
Fotografías y vídeos de detalle, o del proceso de restauración
Las imágenes y vídeos durante la restauración nos pueden ser útiles para evaluar la evolución del tratamiento. No todos los objetos son iguales, ni igual de representativos para el taller, y por eso a veces hacemos muchas fotos, a veces pocas, o ninguna.
Algunos aspectos de la restauración pueden tener un interés pedagógico o de divulgación para difundir y/o explicar aspectos técnicos de nuestra profesión.
El tratamiento de las imágenes que no sean el estado previo y final no está incluido en el precio de la restauración, porque normalmente y si no se dice lo contrario, se hace la oferta económica más ajustada.
Cuando existe ese potencial interés de divulgación, el taller asume previamente el coste de captura y elaboración de los contenidos audiovisuales: el tiempo de tomar la foto o el vídeo, de editarlos, pero también el de la gestión de los archivos de imágenes: descargarlas, cribarlas, ordenarlas, asignarles nombres, guardar en carpetas, etcétera.
Aún y cuando este trabajo ya está realizado, tenemos que cobrar tanto los contenidos como el servicio de facilitarlos. De un lado para recuperar la inversión, y del otro porque conlleva un trabajo: ordenar/seleccionar, editar mínimamente, enviar y aportar la información necesaria para que se pueda interpretar (secuencia del proceso, etcétera).
Esta edición y gestión la hacemos gratuitamente cuando las imágenes tienen interés en términos de difusión del taller (X, Facebook, Instagram, YouTube, conferencias, artículos y otros) porque la inversión tiene un retorno intangible para el taller, que gana en visibilidad. En este caso, cualquier persona puede ver y consultar estos contenidos, y también compartirlos, siempre que se mencione su autoría debidamente.
Para el caso concreto de los materiales didácticos no gratuitos (cursos y formaciones), no podemos facilitar toda la secuencia audiovisual donde explicamos los tratamientos de restauración, porque normalmente ha sido pensada para un contexto determinado. Es decir, que las imágenes se acompañarán de una información (escrita, verbal) para un perfil concreto de audiencia (alumnos, profesionales).
Más que su valor en tanto que imagen, lo que tiene valor en este caso es la propiedad intelectual del mensaje que se quiere trasladar, y por eso estos conjuntos audiovisuales se tienen que cobrar además como tales (como docencia).
Precio de los contenidos audiovisuales
Si estás interesado en tener un reportaje de la restauración de tu objeto, con mucho gusto te haremos un presupuesto.