¡La respuesta és SÍ!
El celo, esta cinta autoadhesiva para “reparar” papeles, forma parte de numerosas obras del patrimonio documental susceptible de preservar. Le debemos este maravilloso invento al Sr. Richard Drew, en el año 1930 (¿o 1925?).→ Ver el resto de este contenido aquí (explicación de las imágenes)

Impreso sobre un papel con celos (detalle). Antes del tratamiento (izquierda) y después (derecha). En este caso ha sido posible un mayor efecto visual de la extracción de celos. El papel también se ha limpiado y consolidado, añadiendo la parte perdida.

Dibujo de Opisso, colección particular. En la izquierda, antes del tratamiento, a la derecha después de quitar los celos y hacer la limpieza húmeda y la desacidificación. Si bien la causa de la mancha (la grasa del celo) se ha eliminado, desgraciadamente el oscurecimiento de las fibras por oxidación prolongada resta aún presente, aunque en menor grado.